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Miguel Canto, un ícono viviente

A principio de año, en enero, celebró su onomástico un ícono del deporte yucateco, Miguel Canto Solís. Fue campeón de peso mosca (112 libras) por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) cuando en el planeta de la orejas de coliflor solo habían dos organismos que regían los destinos de ese deporte, contrario a hoy en día, en que existen varias organizaciones que se ostentan rectoras del pugilismo, trayendo como consecuencia una baja en el nivel de esa actividad.

Miguel reinó durante cuatro años en su categoría, realizando 15 defensas de su titulo, habiendo sido nombrado la centuria pasada “El Boxeador del Siglo” entre los pesos mosca.

Se caracterizó por tener talento, un boxeo espectacular y un juego de piernas privilegiado, aunque carecía de pegada contundente.

Sin embargo, fue digno representante del boxeo clásico, cuya máxima es: golpear sin ser golpeado. Era un fantasma para su oponente y al concluir la pelea, que ganaba por decisión, su rostro no tenía marcas del combate, podía ponerse un frac e ir a una fiesta.

Demostró ser un boxeador inteligente y con técnica depurada. Fue conducido por Jesús “Cholaín” Rivero, con quien hizo una de las mejores mancuernas del boxeo. Cholaín le enseñó los secretos del arte del pugilismo y lo condujo perfectamente sobre el cuadrilátero. Su sobrenombre era “El Maestro” por la cátedras que daba en cada uno de sus combates. Para obtener el título viajó al Lejano Oriente, en donde se enfrentó a Shoji Oguma, a quien venció por decisión, para que años después lo perdiera ante el coreano Chan Hee Park.

Canto fue un hombre dedicado al deporte, con una disciplina férrea, entrenando todo el año. Fue una persona ejemplar, sin vicios y con una vida limpia fuera del ring, no se le conoce ningún hecho negativo que pudiera empañar su imagen. Hoy, boxeadores como el yucateco ya no existen; ahora los “campeones” en su mayoría son producto del marketing. El orgullo de la colonia Industrial, terminó su carrera con 61 victorias, 9 derrotas y 4 empates. Por sus proezas merecidamente es inquilino del el Salón de la Fama del Boxeo en Canastota, Nueva York. Ganó muchos dólares durante su carrera, lamentablemente como un sin fin de púgiles vive hoy con privaciones económicas, producto de engaños de gentes sin conciencia que se acercan al deportista en momentos de gloria, lo engañan y lo llevan a la ruina. Como gran número de celebridades deportivas yucatecas, que lo merecen, no ha recibido apoyo del gobierno a últimas fechas. Un talentoso ajedrecista, paisano, por falta de ayuda tuvo que emigrar y actualmente vive en los Estados Unidos ha dicho: “Las autoridades solo nos buscan para darnos reconocimientos, se toman la foto con nosotros y nunca nos apoyan económicamente”.

Hoy a sus más de 70 años, el yucateco Miguel Canto, inmortal del boxeo mundial, merece de parte de las autoridades apoyo económico para terminar dignamente sus días como lo que fue: un campeón.

Abogado y empresario

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