Barry Bonds: talento manchado
Para que un pelotero de la Gran Carpa pueda ingresar al Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown es necesario contar estos requisitos: tener un historial excelente durante su carrera en el diamante, haber pasado cinco años de su retiro y obtener cuando menos el 75 por ciento de los votos que emiten las personas especializadas con derecho a sufragio.
El jugador tiene diez años para aparecer en las boletas, pasado ese tiempo su nombre es retirado y no tiene una nueva oportunidad de llegar al nicho de los inmortales por esa vía. Un ejemplo es nuestro paisano Fernando Valenzuela, quien a pesar del cariño de la afición de Los Ángeles y todo México, no se considera que sus números o méritos hayan sido suficientes y el “Toro” fue retirado de las papeletas al no alcanzar durante la década el porcentaje requerido.
Pregunto: ¿un ligamayorista como Barry Bonds debe estar entre los sempiternos? ¿Tiene suficientes méritos para ser inmortal?
Señalo: al californiano Barry Lamar Bonds lo considero un extraordinario jugador, un dotado natural con cualidades físicas excelentes y posiblemente el mejor bateador en las Ligas Mayores. Jugó durante 22 temporadas, primeramente con los Piratas de Pittsburgh y el mayor tiempo con los Gigantes de San Francisco.
Es dueño de un historial impresionante, siendo dos récords, a mi criterio, los más importantes: es poseedor del mayor número de cuadrangulares con un total de 762, superando a leyendas como Hank Aarón, Babe Ruth, Alex Rodríguez, Willie Mays, entre otros, y tiene la marca de más bambinazos en un calendario con 73, logrado en el año 2001.
Único jugador con 500 palos de vuelta entera y 500 bases robadas, remarcando que ni siquiera hay alguien con 400/400.
Ganó siete veces el galardón de “Jugador Más Valioso”, presea donde nadie lo supera. Ese jardinero izquierdo, portador del número 25, tiraba y bateaba del lado de los zurdos, recibió 2,558 bases por bolas, muchas veces de manera intencional y con las colchonetas repletas. En una sola temporada le fue regalada la inicial 232 ocasiones.
Lamentablemente Barry en los últimos años de su carrera estuvo involucrado en el consumo de esteroides, situación que no fue del agrado de las autoridades, desatándose una campaña en su contra por el uso de sustancias prohibidas, por lo cual su nombre fue manchado.
Ese hecho influyó en el criterio de los votantes y durante una década no alcanzó el número de sufragios para obtener una placa en el recinto de los inmortales de Cooperstown.
Hoy el jonronero no tiene la posibilidad de entrar al recinto de los inmortales por la vía que todo jugador sueña: el sufragio.
¿Es justo el criterio adoptado con Bonds? Lector: ¿qué opina usted? Mérida, mayo de 2023