La Torre de Pisa, una joya de la Toscana
Italia es un país que sin duda posee multitud de monumentos y edificaciones, en los cuales el arte grecorromano se puede admirar en todo su esplendor.
En la “bota”, como coloquialmente se nombra a esa nación, se encuentra la Toscana, una región de viñedos, arte y cultura que tiene bellezas insospechadas.
Hablaré de un atractivo que se encuentra en la ciudad de Pisa, en la Plaza, al lado de la Catedral del Duomo, me refiero a la Torre de Pisa, cuya construcción duró casi 200 años.
Por el tiempo que llevó su elaboración, la paternidad de la obra tiene varias hipótesis y se la atribuyen sin certeza e indistintamente a Diotisalvi, Pisano o Di Simone. Se inició su levantamiento en el año de 1173 en tres etapas, que en conjunto hacen las dos centurias.
Su inclinación se debe en gran medida a que se escogió un terreno que era zona pantanosa y al secarse se volvió arenoso y arcilloso, nada propicio para el volumen y peso de la construcción.
Al visitar esa belleza, actualmente abierta al público, el turista queda asombrado por su inclinación de cinco grados aproximadamente y puede contemplar los ocho niveles del torreón cilíndrico, que se compone de: la base, seis pisos y el campanario que contiene siete campanas, una por cada nota de la escala musical.
Al ingresar a la torre, hecha de mármol blanco, el paseante se da cuenta que es hueca por dentro, con decorados de animales imaginarios y básicamente contiene 294 escalones en espiral que conducen a la espadaña.
El guía comenta que su altura actual es de 57 metros y durante varios años, ante el temor que cayera, fue cerrada al público y, para evitar su desplome se efectuaron estudios, resultando que la mejor solución era retirar miles de metros cúbicos de arcilla que se encontraban debajo de la parte elevada, eso permitió que se redujera su inclinación y el peligro de venirse abajo.
Añadió que en la Torre, un genio del Renacimiento, Galileo Galilei, realizó desde lo más alto el mítico experimento de soltar dos balas de cañón de diferentes masas para probar que la velocidad de descenso era igual, independientemente de la materia.
La Torre de Pisa es una joya del arte románico que merece ser visitada, el extranjero quedará maravillado.
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