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Rocky Marciano: nunca conoció el miedo

Septiembre de 1952. En la ciudad de Filadelfia se escenificaba la pelea por el campeonato de los pesos pesados entre el campeón Joe Walcott contra Rocky Marciano.

Suena la campana para dar inicio al décimo tercer asalto. Las tarjetas de los jueces favorecen claramente al monarca. Éste, confiado, con exagerada presunción, desafía a su oponente a golpearlo. El retador denotaba en su rostro el fragor de la pelea, pero valientemente iba hacia adelante.

De pronto, lanza un derechazo que impacta secamente en la cara del moreno, la consecuencia del mazazo es de efecto inmediato. Walcott cae de rodillas aferrándose con el brazo a una de las cuerdas. El tercer hombre inicia la cuenta y el campeón inerte se desploma impactando la cara contra la lona. La cuenta fue mero formulismo.

Había nuevo caudillo de la máxima categoría: un americano nacido en Massachusetts, de origen italiano, cuyo nombre de pila era Rocco Francis Marchegiano. Para el deporte de las orejas de coliflor, conocido como Rocky Marciano.

“La Roca”, como le apodaban, tenía la clásica cara de gánster italiano, no tenía buen talante, no se paraba bien, no lanzaba los golpes adecuadamente, a resumidas cuentas su técnica era áspera, dura, carente de delicadeza, pero era poseedor de unas manos demoledoras y una poderosa derecha que cuando pegaba parecía hacer un agujero en la cara del rival.

Pero, a cambio de ese hábito rústico, tenía un aguante de mármol y una mandíbula de acero. Medía 1.78 m de estatura, baja para su división, por lo cual su manejador le impone un estilo único, heterodoxo: combatir en posición “agachada”, o agazapado, lo cual era una ventaja, porque los rivales lo golpeaban hacia abajo, menos efectivo que cuando se arremete hacia arriba. Sin embargo, carente de una buena defensa, terminó muchos de sus combates con visibles signos en la cara, muchas veces destrozada como consecuencia de los golpes recibidos, a pesar de eso decía: “En el ring nunca conocí el miedo”.

Susto a Marciano

Por otra parte, como resultado de esa potente pegada, en una contienda noquea a Carmine Vingo, rival que cae en coma víctima de un derrame cerebral. Este hecho afectó a Marciano, quien prometió que no volvería a pelear si Vingo fallecía. Afortunadamente se recuperó y fueron grandes amigos. Se retiró a los 32 años, teniendo en sus alforjas 49 victorias, 43 de ellas por la vía rápida. Nunca fue derrotado y es el único campeón de los pesos pesados en retirarse invicto. Fallece a los 45 años en un trágico accidente aéreo. Es miembro del Salón de la Fama del Boxeo Mundial. Él fue la inspiración de un actor norteamericano para la realización de la saga de cine “Rocky Balboa”. Descanse en el cielo Rocky Marciano, el orgullo blanco del boxeo e ídolo de las generaciones pasadas. Mérida, Yucatán, julio de 2023.

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