Muerte del “Ché” Guevara
La salida de Ernesto “Che” Guevara de Cuba es algo que los historiadores no se ponen de acuerdo en cuanto al motivo real. Pero hay una versión, muy fuerte: ya no se encontraba bien en la Isla porque las cosas no estaban saliendo como él pensaba.
Siendo presidente del Banco Nacional de Cuba, las arcas se habían secado y no había dinero para continuar el proyecto revolucionario. Aunado a que ya tenía diferencias con Fidel Castro.
Ante esa situación decide ir a un país africano a apoyar la guerrilla, pero se encuentra que los rebeldes no estaban de acuerdo con él ni con sus métodos y poco tiempo después decide regresar a Cuba.
Casi inmediatamente se embarca hacia una nueva aventura: Bolivia. Su expedición en esa nación fue un verdadero fracaso. Así, el 8 de octubre de 1967, después de un encuentro con las tropas bolivianas, en un lugar denominado Quebrada del Yuro, resulta herido en la pierna izquierda y capturado, siendo trasladado a una localidad en el municipio de Pacurá, denominado La Higuera. Allá en una escuela permanece cautivo.
Al día siguiente, el Gobierno Boliviano decide ejecutarlo inmediatamente, girando el presidente la orden respectiva, la cual da cumplimiento el militar Mario Terán, quien entra al lugar donde estaba el prisionero y le informa la ordenanza que recibió, al oírlo el “Che” le dice a su ejecutor: “Póngase sereno y apunte bien, va a matar a un hombre”.
Terán disparó dos ráfagas sobre la víctima, la primera le destrozó las piernas y la segunda le alcanzó el corazón. Había cumplido el mandato. Ernesto Guevara yacía muerto, tenia 39 años.
El día 10 es expuesto ante la prensa para que le tomaran fotografías y después le cortaron las manos como prueba de su muerte.
Respecto al destino final del cadáver existen diversas versiones, la más difundida es que en junio de 1997, en una fosa común fueron hallados varios cuerpos, un antropólogo realizó un estudio físico del difunto que no tenía manos y concluyó que era del Comandante Guevara.
Sin embargo hay opiniones que difieren y afirman que no es él. De todas maneras en julio de ese año los restos fueron llevados a Cuba y sepultados en Santa Clara capital de la provincia de Villa Clara. En ese momento ante la muchedumbre presente, Fidel lee la carta que el “Ché” le había escrito cuando se va de Cuba. Al final la misiva tiene la frase revolucionaria más famosa del argentino: “Hasta la victoria, siempre”. En la Plaza de la Revolución, en la Habana, en una pared del edificio del Ministerio del Interior, está la imagen del “Ché” con la frase.
Después de la muerte de Camilo y de Ernesto, Fidel es el único caudillo que gobierna Cuba, con el irrestricto apoyo de su hermano Raúl, que con el paso del tiempo lo reemplazará.
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