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La temporada 2019 fue una muy dura “lección”

Celebración de una carrera melenuda en el sexto de la Serie del Rey.

La temporada 2019 fue una muy dura “lección”

Punto de Vista… béisbol

Rafael J. Ramos Vázquez (*)

La victoria tiene muchos padres, la derrota es huérfana. Va mi sincera felicitación a los Acereros por su primera diadema, merecida, hicieron lo correcto para obtenerla.

¿A los Leones? ¡Qué temporada! ¡Y qué forma de concluirla! Desde lo más profundo del corazón de cada aficionado se les da individualmente a los integrantes del equipo un fuerte abrazo. Ha sido una temporada de bajas y altas. Una primera mitad para olvidar, en donde la directiva no querían mover al mánager, situación clave para el actual resultado.

Bueno, el dueño manda y si se equivoca vuelve a mandar, es prerrogativa del propietario;, sin embargo, un cambio de estratega a tiempo, dio a los melenudos esa cohesión que hacía falta y los encumbró en el liderato en la segunda vuelta.

Las fieras son un equipo bien conformado, balanceado, con excelentes abridores y buenos bateadores, pero con un cuerpo de relevistas que fue el talón de Aquiles, por ellos se perdieron juegos y el campeonato.

En las series cortas el mánager juega un papel importante porque no hay mañana, se tienen que ganar lo antes posible. En las dos primeras series jugaron por nota y en la de Serie del Rey se enfrentaron a un súper equipo, que hizo más meritoria la batalla por el banderín.

Pero en el juego decisivo errores estratégicos del mánager, cuando el marcador les favorecía, echaron por la borda un gallardete que los dueños, la afición y los jugadores merecían.

Da tristeza que la tiara se haya escapado en las últimas entradas. Sin embargo, los fervientes seguidores melenudos demostraron una vez más que son los mejores de la liga. Unos partidarios nobles que sienten el equipo como parte su corazón, y les duelen las derrotas, pero disfrutan como nadie las victorias. Lamentablemente esta vez se escapó cuando estaba al alcance de la mano. Perder es parte del deporte, lo que dolió es la forma.

A los dueños: en esta ocasión el béisbol no recompensó el esfuerzo, por traer a los jugadores que consideraron adecuados para conformar el equipo.

Sin embargo, la afición agradece su empeño, vendrán en el futuro mejores resultados. La corona, la merecían todos los fanáticos yucatecos que amamos ese pasatiempo atinadamente llamado “El rey de los deportes”. Pero el juego es así, alguien tiene que ganar y en esta ocasión fue el equipo contrario. Hoy, ahora, sólo nos queda analizar y aprender de los errores. Fue una durísima lección que dejó un sabor amargo a todos los que siguen a las fieras.

Parafraseando a un comentarista: la corona, la teníamos, era nuestra y se nos fue.— Mérida, Yucatán, octubre de 2019.

rafaelramos@sji.com.mx

Abogado y empresario.

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