Los tatuajes, ¿belleza o falta de autoestima?
Punto de Vista… salud
Rafael J. Ramos Vázquez (*)
Los jóvenes muestran orgullosos sus tatuajes, para ellos es una moda, es algo que vieron en su personaje favorito y lo imitan. Hay tantas cosas que se pueden decir de esos grabados, comentaré algunas.
El origen de esa palabra viene del vocablo francés “tatouage”, que significa dejar grabada una marca en la piel. Los ingleses le dieron el nombre de “tattoo”, que quiere decir marcar. Primero los antiguos se pintaban el cuerpo, después se hacían cicatrices y por último se tatuaron. Es un misterio cómo aparecen, pero desde tiempo inmemorial se hacían como rituales y se pensaba que tenían poderes mágicos.
Realmente los que propagaron ese rito fueron los marineros, quienes vieron marcas corporales en los nativos de la Polinesia y trajeron a Europa esa moda; en ese momento podemos decir que nació el tatuaje.
¿Quién no recuerda al marinero Popeye, galán de Olivia en la caricatura, con su ancla en el brazo?
Una definición de tatuaje es una pigmentación en la piel donde se dibuja un texto o una figura, se realiza con agujas que inyectan tinta bajo la piel en forma indeleble. Generalmente se dibujan frases, nombres, imágenes y los lugares más comunes son hombros, brazos, espalda, piernas, pecho y cuello.
El tatuaje muchas veces es símbolo de rebeldía y muestra de algún modo la personalidad de quien lo tiene. En algunas épocas fue símbolo de oprobio, al llevarlo esclavos, presidiarios y gente dedicada a la delincuencia.
También fue un medio de identificación de prisioneros, muy usado por los alemanes en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.
En la actualidad es una moda impuesta por figuras deportivas o artistas del celuloide, a los cuales la gente imita, siendo desde hace algún tiempo aceptada a nivel social con fines estéticos.
Sin embargo, estudios recientes están comprobando que los elementos químicos de las tintas se introducen en el torrente circulatorio del cuerpo a través de los ganglios linfáticos, que son los guardianes de nuestro sistema inmunológico, afectándolo. A futuro muchos de los tatuados empezarán a sufrir sus efectos, ya que permanecen latentes por años.
Si te piensas tatuar, piénsalo detenidamente, a la gente que convive contigo le llamará la atención tu forma de ser, tu educación. Las personas que se sienten a gusto consigo mismas no requieren tatuarse de los pies a la cabeza para darse a notar positivamente.
Abogado y empresario.