Los sadhus, monjes que buscan la iluminación
Punto de Vista… Viajes
Rafael J. Ramos Vázquez(*)
Dios se puede quedar con el alma de los hombres, pero con su cuerpo no, cada quien elije su destino. En la India el visitante puede ver las cosas más increíbles y místicas. Una que llama la atención al paseante es contemplar a los sadhus.
Monjes cuya característica principal es el camino de la disciplina y la abstinencia para conseguir la iluminación y felicidad. Visten ropa sencilla color ocre o blanco y deambulan por todo el país pregonando su filosofía de vida. Todos ellos, voluntariamente buscan la perfección espiritual, los verdaderos valores de la vida, renunciando por completo a lo terrenal, material o mundano; su única meta es dominar su cuerpo físico, ignorar los placeres y el dolor. No tienen medio de transporte y su andar es el que los lleva de un lugar a otro.
Para iniciarse en ese camino místico el principiante busca un santón con años de experiencia como preceptor, para obtener los fundamentos de ese modo de vida y cuando considera que los ha adquirido y domina su cuerpo, realiza ritos funerarios, que simbolizan la terminación de su vida terrenal; se dedicará únicamente al cultivo y estudio de su interior, de su alma.
Ese rito significa: ha muerto un hombre, ha nacido un sadhu. Viven solos, sin familia ni propiedades. Fue precisamente un sadhu quien inspiró a Buda para abandonar el mundo material, riquezas y comodidades para convertirse en un asceta.
A los santones la gente los respeta, escucha sus consejos, saben que la espiritualidad es su principal objetivo. Tratan de alejarse de lo negativo y son maestros en meditación, yoga, medicina naturista y todo lo relativo al espíritu, su principal actividad es la meditación y su meta es controlar su cuerpo y mente. Muchos de ellos se pintan marcas distintivas en la cara, brazos y partes del cuerpo. A pesar de no tener domicilio fijo, muchas veces habitan en templos abandonados o cuevas y subsisten de los alimentos que la gente les regala. Un diez por ciento son mujeres y se les denomina Sadhvi, que es el femenino de Sadhu.
Es interesante ver a esos personajes callejear por el territorio indio por lo que significan; sin embargo, para el occidental es difícil comprender la existencia de esos ermitaños. En nuestro pensamiento y forma de vivir americano, lo material juega un papel importante, y es complejo renunciar a ello. Pero en la India un país multicultural hay muchos estilos de vida, a los cuales no estamos acostumbrados.
Hoy por hoy, la mayoría de la gente en América prefiere una vida material a la paz que da una existencia espiritual. Tal vez somos optimistas y pensamos que se pueden tener las dos dichas al mismo tiempo. ¿Será posible?
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