”Checo”, un mexicano al grito de guerra en F1
Punto de vista… automovilismo
Por Rafael J. Ramos Vázquez (*)
La bandera a cuadros cae cuando pasa el monoplaza de la escudería Racing Point. La carrera ha concluido.
Era el 6 de diciembre de 2020, acababa de terminar el Gran Premio de Sakhir, en Bahrein. El auto ganador es conducido por el mexicano Sergio Pérez.
Había pasado un prolongado, casi interminable periodo de cincuenta años desde que otro paisano subió al primer lugar del podio como triunfador de una competencia de la máxima categoría del automovilismo. Pedro Rodríguez, en el Gran Premio de Bélgica en el año 70 del siglo pasado, era el último coterráneo en hacer ondear el lábaro patrio en lo más alto del estrado.
Ese día el tapatío había conseguido que se escuchara nuevamente el himno nacional, después de largo tiempo. Un pendón y marcha olvidados, por tanto tiempo sin verlo ni escucharla.
Sergio Michel Pérez Mendoza, apodado el “Checo”, nació en Guadalajara, Jalisco, en enero de 1990. Desde niño fue aficionado al automovilismo. De familia vinculada a esta apasionada disciplina, desde muy joven participó en eventos deportivos conduciendo un monoplaza. A los quince años lo apadrina un empresario de la telefonía y es mediante el patrocinio de ese consorcio que el tapatío recorre el camino hacia la categoría reina de la velocidad: la Formula Uno.
Hace su debut en la máxima categoría en el año 2011, conduciendo sucesivamente bólidos de las escuderías Sauber, McLaren, Force India, Racing Point y a partir de este año con Red Bull Racing.
Para ganar su primera competencia necesitó 190 carreras previas y diez eternos años de permanencia en los circuitos; el camino hacia la cima fue difícil, sinuoso, muchas veces decepcionante, pero la constancia rindió frutos. Durante todo ese tiempo Sergio nunca tuvo un carro competitivo que le permitiera demostrar su valía. Las escuderías en donde previamente estuvo eran modestas, no aspiraban a ser líderes en la construcción de autos.
Actualmente, para que un piloto brille es necesario tener un bólido bien construido, veloz y un equipo de primera que ayude desde los boxes al conductor con la tecnología que actualmente existe. “Checo”, al finalizar la temporada 2020, la mejor de su carrera, en la que quedó en cuarto lugar general en la tabla de pilotos, con dos podios y una victoria, fue contratado por Red Bull Racing, un equipo competitivo, poderoso, que va en ascenso, ideal para un buen piloto, con monoplazas extraordinarias, candidata a tener campeones mundiales, justo lo que necesitaba el piloto jalisciense.
Ya está en el equipo correcto, ahora, todo depende de él. Sergio es un magnífico piloto. Sin ser un fuera de serie, ha adquirido experiencia en todos esos años y ha pulido su manejo, es cuidadoso con los neumáticos, evita el desgaste innecesario de la llantas, las conserva y redunda en menos paradas en los fosos.
Conduce suave y limpiamente, no comete errores, es agresivo en el momento adecuado, defiende ferozmente su posición y es difícil rebasarlo, es buen estratega donde su principal fortaleza es el final de la carrera.
Hoy, Sergio Pérez es el mejor piloto mexicano en la Formula Uno. Su casco está adornado con la bandera de nuestro país y con el número 11 que lo identifica.
Todos esperamos que los podios y primeros lugares sean frecuentes, Sergio ha esperado mucho tiempo para que eso suceda. Le deseo lo mejor y como buenos aficionados, cuando se apaguen las luces del semáforo y los motores rujan, iniciando la carrera, debemos gritar: ¡Vamos “Checo”!
*Abogado y empresario