La última cita del deporte blanco
Punto de vista… tenis
Rafael J. Ramos Vázquez
El Abierto de Estados Unidos es el último Grand Slam del año en el tenis y se celebra durante los meses de agosto y septiembre.
Sus canchas de color azul, duras, son suelo de hormigón y asfalto recubiertas de resina, caucho y silicio denominada Deco Turf, serán el gran escenario.
Ese torneo desde su primera edición en 1881 se ha escenificado ininterrumpidamente, no importando guerras o pandemias, y es más joven solamente por cuatro años que el emblemático torneo inglés que se juega en Wimbledon.
Su trofeo de cuatro kilos y medio y 45 centímetros de alto, diseñado por la firma exclusiva Tiffany, es un botín que todos los participantes desean levantar.
Curiosamente es el único los cuatro torneos grandes que ha tenido todas las superficies, en un principio se jugó sobre pasto, posteriormente en tierra batida y por último, en terreno duro.
El estadounidense Jimmy Connors es el único jugador que ha ganado el galardón de esa competencia en los tres diferentes terrenos neoyorquinos, toda una hazaña.
A lo largo de su existencia ha tenido tres sedes: primeramente en el pequeño estado de Rhode Island, después Forest Hills y actualmente Flushing Meadows, en la ciudad de los rascacielos, Nueva York.
Ese foro tendrá una cita con la historia: el serbio Novak Djokovic será el principal protagonista y todos los ojos del mundo de la raqueta estarán puestos sobre él.
¿El motivo? Puede ser el primer jugador desde 1969, en ganar los cuatro torneos grandes el mismo año, hazaña que fue realizada por última vez por el australiano Rod Laver. Este año Novak ya se coronó en Australia, Francia e Inglaterra.
Además puede superar al suizo Roger Federer y al español Rafael Nadal, ausentes de la competencia por motivos de salud, con quienes se encuentra empatado con 20 títulos. Si consigue la corona llegará a 21, superando a sus acérrimos rivales.
Todo pinta bien para Novak con sus adversarios más fuertes fuera de la competencia por lesiones, al igual que el campeón defensor el austriaco Dominic Thiem, alejado de las canchas por dolencias físicas.
La esperanza para frenar al serbio son jóvenes integrantes de la nueva generación que se van consolidando con el paso del tiempo: el ruso Daniil Medvedev, el griego Stéfanos Tsitsipas y el alemán Alexander Zverev, quienes junto con Djokovic son las cuatro cabezas de grupos del Abierto con más posibilidades de vencer al balcánico.
De los 32 sembrados, aparte del actual número uno, sólo el croata Martin Cilic ha ganado un torneo grande. Todo parece miel sobre hojuelas para el natural de Belgrado, quien ha ganado tres veces en Nueva York.
Novak acude a la cita perfectamente preparado física y mentalmente, destilando optimismo por todos los poros. Ha dicho “tengo esta oportunidad y voy a aprovecharla”.
Parece imposible que alguien lo pueda detener. En quince días sabremos el final de la historia. Mérida, agosto de 2021
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