“Hugol”: Un crack en toda la extensión de la palabra
10 de abril de 1988; Real Madrid contra Logroñés. El mediocampista manda un pase al centro del área y Hugo, con una espectacular chilena, saca un disparo fuerte y colocado hacia la horquilla del marco, anotando un gol de antología.
Todos los aficionados reunidos en el Estadio “Santiago Bernabéu” celebran de pie el tanto, sacando sus pañuelos para demostrar que habían presenciado el gol más precioso y espectacular. El artífice: el mexicano Hugo Sánchez.
Ese gol, por su belleza y la perfección en su ejecución, ha quedado marcado para siempre en los libros. Hugo Sánchez Márquez es sin duda el mejor futbolista mexicano del Siglo XX. “Hugol” es un artillero que marcó una época, fue un adelantado a su tiempo, era un rematador implacable e inigualable, que hacía la mayoría de sus goles al primer toque. Jugador de área, goleador nato, con un olfato y colocación que solo tienen los elegidos, siempre se adelantaba a los defensas. Olía el gol y lo conseguía. Sus anotaciones las celebraba realizando una voltereta, era su firma.
El “Manito” inicia su carrera con los Pumas de la UNAM y tiempo después se enrola en el Atlético de Madrid, equipo con el cual obtiene un “Pichichi”, título que se da al máximo anotador de la Liga.
Posteriormente llega a su época de oro, en el Real Madrid, con el que permanece siete años, logrando cinco campeonatos de Liga consecutivos, una Copa del Rey, tres Super Copas y un título de la UEFA, además de ganar el Botín de Oro que se le otorga al máximo goleador de Europa. Jugó 347 partidos en la Liga de España y anotó 234 tantos, siendo el máximo romperedes extranjero de la Primera División, récord que duró muchos años, hasta que Leonel Messi lo sobrepasó. Después de Messi y Ronaldo, el “Niño de Oro” es quien más anotaciones tiene en la Liga ibérica. Es el único jugador que ha logrado cuatro veces consecutivas el Pichichi, hazaña nada despreciable. En España se coronó cinco veces campeón goleador.
Es miembro del Salón de la Fama del Fútbol, entronizado en el año 2011. Una anécdota: cuando llegó a España, en el aeropuerto fue entrevistado y un reportero le hizo la siguiente pregunta: ¿Cuál es su meta aquí en España? Y Hugo respondió con la clásica respuesta mexicana: “Vengo a España a aprender”. El periodista lo espetó: “A usted lo contrataron para meter goles, no para aprender”. Dice “El Macho” en sus memorias: “En ese momento me di cuenta que no estaba en México”.
“Hugol” recorrió en España un duro camino hasta su consolidación. Fue objeto de discriminación, lo llamaron indio, mexicanito, entre otros, pero con su carácter y fortaleza mental se sobrepuso y fue un triunfador. Hugo Sánchez es una gloria mexicana, un ejemplo a seguir, aunque no sea del agrado de muchos. El pueblo perdona todo menos el éxito y el genio. Considero que Hugo descubrió que Dios ama la modestia en los hombres, pero los seres humanos la desprecian y la gente humilde no llega lejos. Mérida, mayo de 2022
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