Skip links

Wimbledon y sus tradiciones

De la roja arcilla de París, el tenis se traslada a la verde alfombra de césped: Wimbledon, el Grand Slam más elitista y antiguo de los Cuatro Grandes.

Todo lo que cambia tiende a desaparecer… En base a ese principio los ingleses no modifican nada, celebran año con año el torneo más glamoroso de la raqueta. Firmemente han conservado sus tradiciones, que las ostentan con el clásico orgullo inglés.

Los británicos son cuidadosos de su historia y materializan la flema anglosajona en el certamen más aristocrático, elegante y diferente. En pocas palabras, su sede es la Catedral del deporte blanco y no están dispuestos a perder ese calificativo.

Señalo algunas de las características del evento que lo hacen único: siempre comienza seis semanas antes del primer lunes de agosto.

Todos los participantes deben seguir el “Dress Code” o código de vestimenta: su ropa debe ser blanca e inmaculada.

El pasto de las canchas es cuidado todo el año y únicamente son utilizadas durante el torneo, cortándose la hierba a una altura de ocho milímetros exactamente.

La única pelota oficial desde 1902 es la marca Slazenger, siendo el patrocinador más antiguo. La bola está hecha especialmente para jugarse en esa superficie y cada año se hacen más de cincuenta mil esféricas y el aficionado puede adquirirlas como recuerdo por una libra cada unidad.

La copa

El trofeo, una vistosa copa, desde que fue diseñado en el año 1877, no ha cambiado. Como algo distintivo tiene una piña en la parte superior, según la tradición eso se debe a que los marinos ingleses, cuando regresaban de alta mar, en lo más alto del poste de su casa ponían esa fruta en señal de un feliz retorno. A las mujeres se les entrega una bandeja que se llama “Venus Rosewater Dish”, galardón que está decorado con dibujos mitológicos a relieve.

El All England Lawn Tennis Club, sede y patrocinador del evento, es un organismo privado, no es una federación, que se ha resistido al mercantilismo y conserva su pureza ideológica, no permitiendo anuncios comerciales en las canchas donde solo se ven el verdor de la hierba y la vestimenta blanca de los participantes; sin embargo, es el certamen que más premios en metálico ofrece a los jugadores.

No cabe duda: los británicos son diferentes, protagonizan el acontecimiento tenístico más importante del circuito y han resistido el embate de la modernidad.

Espero que su firmeza para conservar el purismo del deporte blanco dure muchos años y así, sus tradiciones, con el paso del tiempo se conviertan en leyenda.

Rafael J. Ramos Vázquez 
Abogado y empresario

Join the Discussion

Return to top of page