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Clay, o Alí, “El Bocón de Kentucky”

Fue un personaje polémico, desafió al gobierno norteamericano al rechazar enlistarse en el ejército para ir a la guerra que su país sostenía en Vietnam. Cambió su nombre por considerar que su patronímico era propio de esclavos. Fue un peleador excepcional y se autodenominó “El más grande”.

Le ponía apodos a todos sus oponentes y los acababa psicológicamente antes de las peleas; se hizo célebre por sus predicciones, al anunciar en qué número de asalto los noquearía, cumpliendo su vaticinio en muchas ocasiones. Decía que flotaba como mariposa y picaba como abeja. Su nombre primario: Cassius Marcellus Clay, para el boxeo Cassius Clay.

Nacido en Louisville, en el estado de Kentucky, de joven inicia sus primeros pasos en el deporte amateur, consiguiendo medalla de oro en los Juegos Olímpicos celebrados en la Ciudad Eterna, Roma, en 1960. Posteriormente ingresa al profesionalismo, siendo su entrenador Ángelo Mirena, llamado popularmente Ángelo Dundee. Clay obtiene a los 22 años el fajín de campeón mundial de los pesos pesados.

Cassius desarrolló un estilo nunca visto antes, se movía con agilidad, pericia y desparpajo sobre el cuadrilátero, algo raro en ese tonelaje, producto de unas piernas privilegiadas y un veloz juego de manos. Su guardia era con los brazos extendidos y rápidos movimientos para esquivar los golpes de sus adversarios. Decía: “Yo debería estar en un sello postal, es la única forma en que me pueden pegar”.

Después de su pelea con Sonny Liston anuncia sorpresivamente que dejaba la religión bautista que había profesado y se convertía al Islam, cambiando su nombre original para ser a partir de ese momento Muhammad Alí, que significa “El amado de Dios”.

Es solicitado por la milicia y se niega a enrolarse, iniciando una larga pelea jurídica en la cual triunfa años después; sin embargo, durante ese tiempo le aplican sanciones que le impiden combatir varios años. En una ocasión le preguntaron a su entrenador ¿cuáles fueron los mejores años de Alí? y Dundee respondió: “Sus mejores años nadie los vio, fueron cuando no peleó”.

Al retirarse Clay dejó marca de 61 peleas, de las cuales 56 salió con la mano en alto, 39 de ellas por la vía del cloroformo, con cinco derrotas, una de las cuales recibió la cuenta total en la lona. Posiblemente por los golpes recibidos, padeció durante 30 años la enfermedad de Parkinson, la cual le produjo el nocaut final a los 74 años de edad. “El Fanfarrón”, “El Bocón de Louisville”, Muhammad Ali es para los críticos el mejor boxeador de todos los tiempos. Mérida, noviembre de 2022

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