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Culiacán, soluciones, no reproches

Punto de Vista…seguridad

Rafael J. Ramos Vázquez (*)

La situación ocurrida en días pasados en Culiacán ha sido comentada por numerosos medios y personas, la mayoría opinando correctamente.

En efecto, el gobierno no realizó uno de sus principios que lo hacen ser Estado: garantizar la seguridad de los ciudadanos. La decisión tomada por el Ejecutivo fue más grave que un crimen, fue un error.

Ahora bien, al margen de todo, como ciudadano me permito hacer las siguientes observaciones.

El narcotráfico es una delincuencia organizada, a la cual no se le puede combatir con los medios que hasta ahora se han usado. Los resultados obtenidos actualmente demuestran que el camino andado por las autoridades nacionales no es el correcto.

Si las fuerzas mexicanas no pueden acabar con esa calamidad, es necesario reconocerlo y pedir ayuda, sin la cantaleta de la soberanía nacional. Cuando hay un terremoto o un ciclón, se pide y recibe ayuda, no hay nada malo en eso.

Sugiero que el gobierno haga una coalición con países más avanzados en seguridad y combate a este tipo de flagelos, como Israel, Inglaterra, Estados Unidos, etc., quienes tienen departamentos de inteligencia perfectamente bien estructurados, y fuerzas especializadas en esas áreas, como el Mosad, la DEA, etc.

Así, que unan sus capacidades y conocimientos con las autoridades mexicanas, para que con una estrategia bien planeada vayan, estado por estado, limpiando las zonas afectadas.

Se requeriría formar un grupo de élite de extranjeros y nacionales bien seleccionados, totalmente ajenos a la corrupción y malas prácticas. Eso garantizaría la integridad de las fuerzas que combatirán esa calamidad.

Las armas

Así también, pactar con nuestros vecinos del norte el corte de suministro de armas; que no sigan vendiendo material bélico al crimen organizado, pues están pertrechando a un enemigo común, que cuenta actualmente con suministros de ataque superiores a los del ejército mexicano, que les permite hacerle frente sin ningún temor, sabedores de la capacidad armamentística con la que cuentan.

Con los actos y acciones perpetradas en ese estado se pone de manifiesto que ese problema es algo que se tiene que atacar de inmediato. Cuando un problema ha rebasado los límites de lo pacífico, es deber del gobierno levantar la espada y salir al campo de batalla.

El cáncer está a tiempo de ser extirpado; dejarlo que crezca sería un error imperdonable, que lamentaremos todos los mexicanos. Mérida, Yucatán.

Abogado y empresario

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