La fidelidad fue su peor defecto
Puntos de Vista… Cultura
Camilo Cienfuegos Gorriarán, por su sencillez y personalidad, era sin proponérselo el líder natural del movimiento revolucionario. Ese hecho incomodaba a todo el equipo que comandaba el levantamiento, en especial a Fidel Castro.
En un principio la idea original de la rebelión era derrocar a Fulgencio Batista, restablecer la Constitución y democráticamente elegir un gobierno mediante el sufragio. Pero las intenciones de Fidel eran otras, y Camilo representaba un obstáculo por varias razones.
La principal era la popularidad y carisma de Cienfuegos, tenía nombre, fama y el respaldo del pueblo, atributos a los cuales Fidel tenía miedo.
La segunda, Raúl Castro, hermano de Fidel, y Ernesto “el Ché” Guevara, enemigos de Cienfuegos, estaban de acuerdo con implantar un régimen comunista en la isla, a lo cual se oponía Camilo. Esas posturas entre la democracia y el socialismo dictatorial fueron las causas del distanciamiento entre Cienfuegos y el grupo de Fidel.
Hay una anécdota que es el hecho que determina, en mi opinión, la eliminación de Camilo. Estando Fidel en el balcón del antiguo palacio presidencial, ante una multitud dando un discurso, en un momento dado apareció Camilo y se situó junto a él. La multitud, al reconocer su figura, empezó a gritar frenéticamente “Camilo, Camilo, Camilo”, Fidel desconcertado ante esa algarabía lo miró y le hizo la histórica pregunta “¿Voy bien, Camilo?” y este le responde tranquilamente “¡Vas bien, Fidel!”. En ese momento el destino de Camilo quedó sentenciado.
Hay algo que los políticos baratos no perdonan: que un subalterno sea más popular que ellos.
El 28 de octubre de 1959 en un aeroplano de cinco plazas que salió de Canagüey, rumbo a La Habana, se encontraba Cienfuegos. La nave jamás llegó a su destino y a pesar de la “intensa” búsqueda ordenada por Fidel, el vehículo nunca apareció Hay dos versiones, la oficial es la desaparición del avión por causas desconocidas y la otra que Camilo fue asesinado en tierra.
Cualquiera de las dos tienen igual resultado, la muerte del líder. Camilo siempre fue fiel a Fidel, es decir, su mayor virtud fue su peor defecto: la fidelidad.
Sin lugar a dudas el verdadero caudillo de la revolución cubana fue Cienfuegos. Cuba sería otra si Camilo hubiera sido la cabeza de la insurrección, sus ideas eran democráticas no comunistas.
Pero la historia no se puede cambiar. Hoy la isla sigue sufriendo las consecuencias de una doctrina comunista implantada hace más de 60 años. Pobre, Cuba.
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