Mahoma y el libro sagrado
Musulmanes peregrinan por la Gran Mezquita durante el primer día de celebración del Eid al Adha en La Meca
Mahoma y el libro sagrado
Punto de Vista… Religión
Rafael J. Ramos Vázquez*
¿Cómo es posible que siendo Mahoma un caravanero, sin cultura, ignorante, pueda realizar un prodigio como es la elaboración del libro sagrado de los musulmanes?
Es un hecho que solo se explica si consideramos que hubo una deidad que guió sus pasos. Mahoma es el profeta y representante de esa religión, no habrá otro después de él.
En una cueva ubicada en una montaña llamada Hira, cerca de la Meca, comenzó la leyenda. Se dice que allá recibe la misión que cambiaría todo el mundo árabe.
Una voz le dijo “tú eres el elegido”. Y a partir de ese momento se entregó a su misión, difundir la palabra de Alá y realiza un solo milagro, El Corán, que en árabe quiere decir recitación.
Ese vidente decía: “Alá no me envió para hacer milagros, me mandó para predicarlo”.
El Corán es sin lugar a dudas la obra más recitada, memorizada y la que más influencia ejerce en quien la lee, está dividido en 114 suras o capítulos y es el texto exento de dudas, según sus creyentes.
El Corán, dicen los árabes, es Dios en libro y por lo tanto es la revelación infalible y final. Ese escrito proclama la unidad, la omnipotencia y la piedad de Alá y de forma imperativa la total sumisión y dependencia hacia Él.
El idioma en el cual está redactada esa obra es el árabe y la cadencia, el ritmo, la rima de su lectura producen un efecto casi hipnótico, que encierra fervor, emoción y misterio en quien la lee.
Los musulmanes dicen enfáticamente el Corán no trata de la verdad, es la verdad, simple y llana, el lenguaje utilizado es imperativo, simple, breve y desde la infancia se induce a memorizarlo.
De la vida de ese elegido podemos señalar brevemente que se casa con una viuda 15 años mayor que él. En el momento preciso, sale de la localidad donde vivía, La Meca, y se dirige hacía Medina, que significa “La ciudad del profeta” o simplemente “la ciudad”. Esa emigración es conocida como La Hijra.
Allá Mahoma organiza el Islamismo y regresa a la Meca y determina que una piedra en forma de cubo sería el centro de esa religión. A la fecha donde se encuentra esa piedra es Arabia Saudita, y es el máximo templo de adoración de los musulmanes. Cuando menos una vez en la vida los creyentes de esa fe deben visitarlo y orar allá. Fallece en el año 632, cuando tenía a todo el mundo árabe bajo control religioso.
La principal hazaña de ese iluminado, fue unificar todas las tribus ismaelitas bajo un solo Dios. Es considerado como uno de los personajes más influyentes de la humanidad.
El Islamismo es una religión que ha desplazado a grandes dogmas y que hoy por hoy ejerce una gran influencia no solo en el mundo árabe sino que ha rebasado fronteras y penetrado a países, con sólidas doctrinas, sentando las bases para una incursión teológica. Será pronto.
Abogado y empresario; rafaelramos@sji.com.mx