Michael Phelps, el Tiburón de Baltimore
Él solo ganó más medallas de oro en los Juegos Olímpicos que todos los competidores mexicanos juntos que han formado las múltiples delegaciones. Eso, a partir que nuestro país compite en esas justas mundiales, hace ya muchos años. Es un plusmarquista en la pileta y sin lugar a dudas el mejor nadador de todos los tiempos.
Nadar, un deporte olímpico popular, consiste en desplazarse en el agua usando únicamente las extremidades corporales, sin necesidad de utilizar algún instrumento adicional. Michael Phelps dominó a la perfección esa actividad.
Nacido en Baltimore, Maryland, desde niño se le diagnosticó que era hiperactivo, enfermedad que consiste básicamente en un trastorno emocional por falta o déficit de atención. Se puede controlar, pero no es curable según los galenos. Por ese motivo su maestra de primaria vaticinó que no sería capaz de obtener nada en la vida por ese desorden.
Sin embargo, Phelps, un ejemplo de superación, unos años posteriores dejó con los labios cerrados a su mentora.
Para vencer ese padecimiento, inicia en la piscina su actividad compitiendo en varios torneos, hasta que conoce a Bob Bowman, un entrenador que aprecia sus cualidades y que lo guiará por el camino del éxito. Así, a los quince años se convierte en el nadador más joven en ser dueño de un récord mundial, al batir la marca de los 200 metros mariposa.
Su estatura de más de un metro noventa, sus largos brazos y cortas piernas, lo hacen morfológicamente adecuado para ese deporte. Además, sometido a un exigente entrenamiento diario de seis horas nadando 13 kilómetros seis días a la semana, e ingiriendo para no perder peso por el ejercicio 12,000 calorías cuando el ser humano promedio necesita 2,500 diariamente, lo convirtieron en una leyenda viviente.
Participa en cinco Juegos Olímpicos, Río, Londres, Pekín, Atenas y Sídney, cosechando 28 galardones en total: 23 de oro, 3 de plata y 2 de bronce. En China obtiene 8 preseas doradas, rompiendo la marca de 7 impuesta por su compatriota Mark Spitz en la Olimpíada de Múnich en el año 1972.
El Tiburón o la Bala de Baltimore como lo bautizaron, es el deportista olímpico con más medallas de todos los tiempos. Retirado, es promotor del deporte de sus amores. Está felizmente casado con Miss California Nicole Johnson, con quien tiene tres hijos: Robert, Richard y Nicolás. Michael se fijó metas y las consiguió, demostrando que los ganadores nunca se rinden, porque los que se rinden nunca ganan. Una vez le preguntaron si él era el segundo Mark Spitz, a lo que sin inmutarse respondió: No me gusta ser segundo en nada. No soy un segundo Mark Spitz, sino un primer Michael Phelps. Mérida, Yucatán, noviembre de 2023