Qatar, emirato único
Punto de vista… viajes
Rafael J. Ramos Vázquez (*)
Convertir las arenas de un desierto en un país prospero es algo que solo con trabajo, dinero y voluntad se puede conseguir, eso es Qatar; un lugar donde el cultivo y el comercio de las perlas fue su actividad primaria y hoy día es uno de los países más prósperos.
Al llegar a su capital Doha, el turista puede ver una urbe con edificios modernos y apreciar la vida y costumbres de ese pequeño emirato, que es como un meñique de la Península Arábiga. Su gobierno es dirigido por un emir y es una monarquía de hecho, aunque es un país democrático, según su Constitución, cuyas elecciones se han pospuesto por diversas razones. La casa gobernante es la familia Al Thani.
Tiene el ingreso por persona más alto del mundo y su riqueza esta basada en el gas y el petróleo, cuyas reservas según los científicos son para cien años.
El paseante puede caminar en el Corniche, un bello bulevar de siete kilómetros que recorre toda la bahía y sentir la brisa cálida del Golfo Pérsico. Y, por la noche, tomar un paseo en un barco típico sobre las olas del mar Arábigo y admirar los iluminados e imponentes edificios de colores.
La carrera de dromedarios es un deporte muy popular, originalmente esos animales eran conducidos por niños, por el peso ligero, pero en la actualidad y con la modernidad son guiados por hockeys electrónicos, diminutos robots de tres kilos, perfectamente uniformados que dan la apariencia de ser pequeños jinetes reales, manejados electrónicamente y a control remoto por los dueños de los competidores.
Los cataríes hablan árabe y profesan la religión musulmana, tienen una de las mezquitas más modernas y bellas, estilo minimalista, con grabados del Corán en sus paredes, con dos minaretes estilizados de 90 metros de alto, mirando a la Meca, que le dan al templo una exquisitez única.
El clima en la mayor parte del año es un calor sofocante, que hace que las actividades comerciales y la vida cotidiana modifiquen los horarios que normalmente serían en un lugar con temperaturas normales. Tienen el polémico canal de televisión Al Jazeera, que significa isla o península, a través del cual transmiten en directo todo lo que sucede en el mundo árabe.
Una de las atracciones que más impresiona al turista es un complejo de equitación, denominado Shakat, propiedad del emir, que posee cerca de 800 caballos árabes de resistencia, salto y belleza. Cuenta con hospital, con todas las especialidades para los equinos, inclusive terapia intensiva, un estadio para competencias, el más grande del mundo, totalmente techado y con aire acondicionado. Tiene también pistas de entrenamiento con los equipos más modernos y sofisticados, las caballerizas están cubiertas con mármol blanco, rejas de acero inoxidable y piso de madera alemana. Además, los alimentos son traídos del extranjero y todo un equipo administrativo y veterinario tienen a su cargo el cuidado. Un catarí impecablemente vestido al estilo árabe, conduce al extranjero por ese paseo.
Sorprende el crecimiento y prosperidad que día con día transforma a una velocidad increíble ese emirato.
Abogado y empresario.