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Ted Williams, la perfección en el bateo

Ted Williams

 

Punto de Vista… béisbol.

Rafael J. Ramos Vázquez *

Para los amantes del béisbol, y en especial los fanáticos cuyo equipo favorito son los Medias Rojas, deben reconocer que el mejor jugador que ha tenido ese equipo es Theodore Samuel Williams, para el mundo del bate y la pelota, Ted Williams.

Ese extraordinario deportista, era derecho natural, pero bateaba como zurdo, jugó el jardín izquierdo y toda su carrera de 19 años portó con orgullo un solo uniforme, el de Boston. Fue un bateador fino, con una destreza inmejorable para conectar la pelota inmejorable, tenía un swing impecable, una vista de águila, buenos reflejos y sabía esperar el lanzamiento adecuado para hacer contacto.

Algunos críticos lo consideran el mejor bateador de ese deporte y otros, que era poseedor de una técnica perfecta para chocar la pelota. Se coronó campeón de bateo en seis ocasiones y ganó dos veces la Triple Corona, acumulando un porcentaje de por vida de .344. Tiene una marca que parece imposible de igualar, (aún con el robo de señales electrónico que se realiza actualmente), copilando la temporada de 1941 un porcentaje de .406, de eso hace casi 80 años, y hasta la fecha no hay jugador que se acerque a esa epopeya, tal vez sea una marca que dure para siempre.

Pero analizando las estadísticas de ese formidable jugador podemos percatarnos que tiene dos récords poco conocidos: el primero, haberse embasado 84 partidos consecutivos, y el segundo haber alcanzado base 16 veces sucesivamente. Como bateador zurdo conectaba siempre hacia el jardín derecho, varios equipos le hacían un blindaje especial, usado hasta la fecha, y denominado “formación Boudreau,” moviendo a los jugadores defensivos hacia esa dirección, dejando la tercera base desprotegida. Ted, se negaba, por arrogancia, a conectar hacia ese lugar desamparado.

A pesar de ser un jugador excepcional, no tuvo una buena relación con los fanáticos ni con la prensa, a eso tal vez se deba que no se le haya dado la promoción a sus hazañas.

Hay anécdotas de Williams; una, el pitcher en cuatro lanzamientos poncha a Ted y le pide a éste que le firme la pelota, accediendo a la petición. En el siguiente turno, al primer lanzamiento Williams conecta un jonrón y cuando pasa por la tercera colchoneta le dice al pitcher “ve a buscar la bola para firmarla también”. Y otra, sucede con Yogi Berra, el receptor de los Yanquis, un personaje con el colmillo retorcido. Con hombre en la caja de bateo acostumbraba distraer a los oponentes peligrosos haciéndoles todo tipo de preguntas, para desconcentrarlos. En esa ocasión al tomar su turno Yogi le pregunta a Williams “¿Cómo está la familia Ted?”, no recibiendo contestación. Al siguiente lanzamiento Williams conecta jonrón y al llegar al plato dice: “Todos muy bien, gracias Yogi”.

Ted Williams es un tesoro eterno del béisbol. Fue un bateador erudito, un ejemplo de patriotismo americano, perdió cinco temporadas por servir en el ejército en la Segunda Guerra Mundial. El Salón de la Fama, donde se encuentra desde 1966, es un justo homenaje a ese inigualable jugador.— Mérida, Yucatán, agosto de 2020.

Abogado y empresario

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