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Tommy John: leyenda del deporte y la medicina

El 25 de septiembre de 1974, el cirujano Frank Jobe, médico de los Dodgers, realizaba una arriesgada operación que duró cuatro horas. Las probabilidades eran ínfimas, pero era la única posibilidad que el paciente tenía para poder regresar al béisbol.

La técnica era nueva. El galeno le había explicado al enfermo que necesitaría más de un año para recuperarse y ver el resultado. El paciente era Thomas Edward John, conocido en los diamantes como Tommy John. Éste era un serpentinero de brazo equivocado que había lanzado durante doce años en las Ligas Mayores, se lesionó el codo del brazo izquierdo, y a pesar de haberse sometido a toda clase de remedios, inclusive inyecciones de plasma ricas en plaquetas para sanar la herida, todo había sido inútil. Su carrera parecía haber terminado.

Con pocas posibilidades de éxito, aceptó ir al quirófano, para la realización de la cirugía. El traumatismo era un desgarro del ligamento colateral medial del codo. El galeno extirpó un tendón de su antebrazo derecho sano y lo utilizó para sustituir el ligamento lastimado, realizando sendos orificios en el húmero y cúbito, donde lo fijó a los dos huesos. La cirugía fue un éxito.

Después de una larga recuperación, el 16 de abril de 1976, regresó al montículo. Con su recta y curva funcionaron de maravilla, duró en la loma 14 campañas, es decir, lanzó más temporadas ya operado. La intervención que le fue realizada es la más famosa y revolucionaria del béisbol. John fue apodado el “Hombre Biónico”. Durante su carrera de 26 años logró 288 éxitos (231 derrotas).

Esa cirugía se conoce como “Operación Tommy John” en su honor y actualmente es común que los lanzadores se sometan a ella. Shohei Ohtani y Sandy Alcántara, por señalar dos ídolos recientes, han pasado por ella.

El verdadero legado de Tommy no está en los diamantes, porque aunque tuvo números de Salón de la Fama, se recuerda por ser el primero en someterse a una intervención quirúrgica que nunca antes se había ensayado, que salvó su carrera y rescató la de muchos más.

El nacido en Indiana no tiene un nicho en Cooperstown, a pesar que obtuvo 164 victorias después de su cirugía, una menos que las que Sandy Koufax tuvo durante toda su carrera. En su período de elegibilidad, los electores sólo le otorgaron un 31 por ciento de los votos en su mejor año. John Smoltz es el primer entronizado al recinto de los inmortales que se hizo esa cirugía. Como siempre, el destino escoge a un hombre común para hacer historia en una actividad y se hace famoso por un hecho ajeno al área deportiva que practica, así es la vida. Mérida, abril de 2024

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