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Yogi Berra: el filósofo de los diamantes

Yogi Berra tiene el honor de ser el único “filósofo” del béisbol. Sus ocurrencias convertidas en frases célebres, en los llamados yoguismos, lo han encumbrado más que sus hazañas en el diamante. Persona carismática, sencilla, buen amigo de todos sus compañeros y adversarios deportivos, lo convirtieron en un ícono.

Después de una exquisita lectura de su libro haré unos relatos breves de los hechos curiosos que ilustra en su obra. Hay que recordar, en sus propias palabras, que él no dijo la mitad de las cosas que realmente dijo.

Un comentarista le preguntó: ¿Qué hace un buen mánager? Yogi contestó: “Buenos jugadores”.

En una ocasión llega Berra a su casa y no encuentra a su esposa Carmen. Un rato después entra a la residencia su cónyuge y el pelotero le pregunta: ¿Dónde has estado? Carmen le contesta: “Llevé a Tim a ver Doctor Zhivago”. Y Yogi le pregunta: ¿Qué diablos tiene Tim ahora?

En 1956, después de haber lanzado Don Larsen el juego perfecto en la Serie Mundial y haber sido Berra el receptor de ese partido dijo: “Fue el juego más excitante en el que fui receptor. Nadie hablaba de él en la cueva, incluso Don y yo. Íbamos arriba sólo por dos carreras, al terminar el juego yo no sabía que iba a brincar sobre Don, hasta que salté sobre él. Un juego perfecto nunca había sucedido en la historia de las Series Mundiales y es la primera vez que sucedía”.

En 1960, al concluir la Serie Mundial que perdieron los Mulos de Manhattan contra los Piratas de Pittsburgh, en el histórico último partido que se decidió con el cuadrangular de Bill Mazeroski, Berra dijo: “Perdimos porque hicimos demasiados errores equivocados”.

Después de un juego complicado, señala el famoso yanqui: “Viene la conferencia de prensa con preguntas difíciles que no quieres contestar, pero tienes que enfrentarte a los medios de comunicación, así que le dije al reportero: ‘Si me preguntas algo que no sé, no voy a contestarte’”.

Yogi nunca pensaba en una mala racha de bateo, así que cuando cayó en una, un periodista le preguntó a qué se debía su “slump”. Contestó: “No estoy en una mala racha de bateo, sólo no estoy conectando imparables”.

Sus compañeros de equipo siempre estaban haciendo bromas a Yogi por la maleta vieja que siempre usaba, a lo que Berra contestó: “Para qué comprar una maleta nueva, uno sólo la usa cuando viaja”.

En una entrevista un reportero le preguntó: “Yogi, ¿cuando eras joven qué fue lo que más te gustó de la escuela?”, respondiendo: “Cuando estaba cerrada”.

El “filósofo” cuenta: “En una ocasión Micky Mantle y yo estábamos hablando de los funerales a los que habíamos asistido ese año, a lo que le dije: ‘Siempre debemos de ir a los velatorios de las gentes, de otra manera ellos no irán a los nuestros’”.

Comenta que, “en una Navidad, después de la cena, toda la familia nos pusimos a ver la película “Papillón”. Al terminar, Yogi dijo: “Steve McQueen luce muy bien en esa película, él debe haberla hecho antes de morir”.

Texto del telegrama que Berra le envió a Johnny Bench después de romper el récord de más cuadrangulares para un receptor: “Felicidades, sabía que mi récord permanecería hasta que alguien lo superara”.

Por último decía: “Nunca contestes una carta anónima”. Yogi Berra fue un personaje único. Mérida, mayo de 2024

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